El lunes 6 de junio de 2016, dos miembros de AlDato/HackLab Almería, @olea y yo, nos reunimos en la Alcaldía, ese edificio tan majo que hay frente a la Estación Intermodal, para asesorar a la Comisión de Transparencia sobre cómo desarrollar lo mejor posible la Ordenanza de Transparencia, Buen Gobierno y Calidad Democrática del Ayuntamiento de Almería, que ahora mismo están ultimando y de la que nos habían proporcionado previamente un borrador.
La reunión se produjo por iniciativa de Manuel Guzmán, segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento y concejal del Área de Transparencia, a quien a su vez le había propuesto que contactase con nosotros Carmen Núñez, concejala del PSOE, que sabía de nuestra existencia por una reunión que mantuvimos hace poco más de un año con ellos para asesorarles sobre el mismo asunto de cara a su programa electoral para las municipales. En cuanto me enviaron el borrador, se lo pasé a Ismael y @Pilar J. López, experta del grupo en la materia, como ha quedado bien claro viendo el trabajo que ha hecho. Suyas son las aportaciones al proyecto de Ordenanza, revisadas luego por Ismael y yo, aunque básicamente para matizar un par de conceptos y consensuar cómo les contábamos a los miembros de la Comisión qué era importante que tuvieran en cuenta.
Tras dos horas de reunión, a la que asistieron los concejales del Ayuntamiento que forman parte de esta Comisión, Manuel Guzmán, Carmen Núñez, Amalia Román (IU) y Miguel Cazorla (Ciudadanos), más José Antonio Camacho, jefe del Área de Servicio de Alcaldía y Relaciones Institucionales, y Fernando Gómez, secretario general del Ayuntamiento, como es de imaginar, aceptaron de buen grado algunas de las propuestas, mientras que otras hubo que explicarlas más en detalle para que vieran cuál era nuestro exacto punto de vista general sobre el asunto, no ya solo de cara a la Ordenanza, sino sobre transparencia gubernamental en general. Labor esta en la que la aportación de Ismael fue, como imaginareis, fundamental y exhaustiva…
Afortunadamente, más allá de ciertos detalles de carácter logístico (cómo implementar ciertas características, recursos humanos disponibles, etc), parece que la actitud es positiva y buena parte de los miembros de la Comisión están convencidos de que es mejor hacer una Ordenanza de máximos que una para salir del paso. El mismo concejal responsable se muestra muy partidario de esta manera de hacerla, lo que ya es un punto a favor del optimismo.
Detalles concretos sobre lo que se regula en la Ordenanza no incluyo ya que, de momento, es borrador y, además, entendemos que, paradójicamente, aun está en fase “confidencial”. Sí podemos dejar caer que está inspirada, además de en la ley nacional, en la autonómica, así como en las normativas de ciudades como Bilbao, Zaragoza o Sevilla. Y que, si sigue como va, será bien recibida, ya que todos los partidos están de acuerdo en lo fundamental. Ahora falta que la versión definitiva que aprueben no pierda mucha esencia en el proceso.
Por último, la Comisión conoció gracias a esta labor de asesoría desinteresada la existencia de HackLab Almería (algunos hasta se apuntaron el nombre), nos felicitaron por el tremendo trabajo “por el bien de la ciudad” y, al recordarles que la tarea fundamental había sido de Pilar, insistieron mucho en felicitarla y darle las gracias. Así que ya sabes, compañera